¿Está bien sentirse triste?...
La respuesta es sí, claro que está bien. La tristeza es
una emoción y todo el mundo se siente triste en algún momento. Esta afirmación
nos suele extrañar porque no es lo que siempre nos han enseñado. No es cuestión
de vivir amargado y triste, obviamente, sino de permitirse estarlo, de
aceptarlo sin rechazarlo ni luchar contra ella.
Estamos acostumbrados a escuchar ante la tristeza cosas
como “no me gusta verte así” “no pienses más en eso” “no es para ponerse así” e
incluso “llorar no te va a servir de nada”… las escuchamos de adultos y, aún
más dirigidas a los niños/as… Se dicen con las mejores de las intenciones pero
frases como estas solamente sirven para negar la emoción y lo que consiguen es
la sensación de que sentirla es inadecuado.
Entonces….
¿qué debemos hacer?
La respuesta es clave, sacarle el mayor partido a la tristeza,
convirtiéndola en un medio para recuperarte y reflexionar.
Ante la tristeza nos encontramos con la energía por los suelos y no nos
apetece hacer nada. Es entonces cuando tenemos varias opciones:
- Negar el sentimiento y hacer como si nada. Esto tiene consecuencias en nuestra forma de mirar la vida.
- Dejarnos arrastrar por la tristeza y alimentarla con pensamientos negativos.
- Aceptar que estamos tristes y
acoger la tristeza como lo que es, una emoción que forma parte de
nosotros.
¿Cuál escogerías? Yo lo
tengo claro…sin duda la tercera opción.
Cómo
aceptar y acoger la tristeza:
- Lo
primero para aceptarla es llamarla por su nombre y ser capaz de
decir en voz alta: “Estoy triste”
- Aceptamos
la tristeza cuando entendemos que es una emoción universal y que no es
malo sentirla. “Estoy triste y está bien”
- La acogemos como medio para ayudarnos a reflexionar sobre cómo nos sentimos y poder así recuperarnos ya que cuando estamos tristes nuestro cuerpo nos pide tiempo para descansar, para estar con uno mismo y sanar así las heridas.
- Llorar es bueno y ayuda a afrontar
la tristeza y a descargar la pena.
- En la
mayoría de ocasiones, nos ayuda a reflexionar sobre qué podemos mejorar en
nuestra vida y los cambios que ésta necesita.
¿Y si es nuestro hijo el que se
siente triste?
Para ayudarle en la
expresión de su emoción, debemos acompañarle desde el respeto y el amor. Aquí
te dejo algunos consejos sobre qué hacer y qué no:
- Escúchale siempre con atención y comprensión.
- No le juzgues, le critiques ni le restes importancia a su problema. Hazle ver que lo entiendes y que entiendes cómo se siente.
- Empatiza con él/ella y ponte en su lugar. Hazle saber que en su lugar posiblemente te sentirías así.
- No intentes solucionarle su problema. Apóyale, pero la solución debe de venir de él/ella. Puedes ayudar haciéndole preguntas que le lleven a descubrir cómo se siente y a buscar sus propias soluciones.
- Ponle nombre a su emoción. Explícale qué es la tristeza y cómo nos hace sentir. Puedes leerle algún cuento sobre la tristeza para ayudarte.
- No le metas prisa en que se sienta
mejor. Tener paciencia es
necesario para que pueda encontrarse mejor.
Y sobre todo, mantente a su lado dispuesto/a a
escucharle, consolarle, besarle y abrazarle siempre que le apetezca. Acompáñale
desde el respeto y el amor.
Amor Belmonte Céspedes.
Bonita y acertada reflexión de la tristeza.Muchas gracias
ResponderEliminarGracias a ti! 😘
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